La sanidad privada ha dejado de asociarse a la concepción de una sanidad de menos calidad y para casos menores. Ahora se la concibe como una sanidad que trabaja con altas tecnologías, profesionales muy cualificados y una cartera de servicios compleja. Además, el hecho de que gracias a ésta se estén creando nuevos puestos de trabajo hace que constituya un motor para la economía.
Era de esperar que la sanidad privada fuera creciendo y haciéndose cada vez más imprescindible para la sociedad y más complementaria a la sanidad pública.
El auge de la sanidad privada
La saturación de los servicios sanitarios públicos, la posibilidad de elegir especialista y las comodidades en hospitalización han hecho que la sanidad privada sea muy reconsiderada por los pacientes. Según el Diari Ara, los últimos datos muestran como el sector privado alcanza un nuevo record absoluto y las mutuas superan por primera vez los dos millones de usuarios.
Del 2010 al 2014, período en que la Generalitat reduce el presupuesto del departamento de Salud en un 15%, las aseguradoras incrementan el nombre de usuarios en un 6,5%.
Cada vez siendo la salud privada más reconocida hace que sus recursos también experimenten un crecimiento mayor respecto a los de la sanidad pública:
Gracias a todos estos avances e inversiones en sanidad privada, el 27% de la población de Catalunya opta por contratar un seguro de salud.
Eterno debate entre pública y privada
Las diferencias entre la sanidad pública y la privada han estado presentes de manera persistente, hasta el punto de competir entre ellas y crear debate sobre cuál de las dos era la más importante del sector.
Siempre ha sido necesaria la colaboración público-privada, pero a día de hoy es imprescindible, ya que la administración tendría serios problemas para sostener el derecho básico de la salud si no fuese por la cooperación con la sanidad privada.