¿Cómo ha afectado la pandemia a las urgencias?

Durante la pandemia, se pararon las consultas presenciales para dar paso a las telemedicina y se pararon las cirugías programadas para disminuir el riesgo de contagios y porque se requerían las habitaciones para los ingresados por COVID. El quirófano quedó reducido a las cirugías urgentes, aquellas que no pueden esperar porque pondrían en riesgo la vida del paciente.

Una de las urgencias quirúrgicas más frecuentes que nos encontramos como cirujanos generales es la apendicitis aguda, seguida de la colecistitis aguda (infección de la vesicula biliar causada por litiasis generalmente), aunque también nos podemos encontrar hernias estranguladas, oclusiones intestinales, abscesos perianales…

Desde que empezó el confinamiento, hemos observado en nuestros centros una disminución sustancial de esas urgencias.

Hemos recogido las intervenciones urgentes desde el 15 de marzo hasta el 10 de mayo, y las hemos comparado con el mismo periodo de tiempo en 2019 y 2018. El resultado es que hemos pasado de 52 apendicitis en 2018 y 56 en 2019 a operar 28 apendicitis en el mismo periodo de tiempo en 2020, es decir, aproximadamente la mitad.

Con las colecistectomías urgentes pasa algo parecido, se operaron 8 y 5 en 2018 y 2019 respectivamente, y sólo se intervino de urgencia 1 paciente con colecistitis desde el inicio de la pandemia hasta el 10 de mayo.

Se operaron 7 hernias incarceradas en 2018 y 7 más en 2019, y sólo 1 en 2020.

Como se pueden explicar estos datos?

Está claro que el confinamiento ha provocado unos cambios en la vida de la gente. ¿Puede que el estar en casa, quizá menos estresado, con más tiempo para estar en familia, con menos ruido y un aire más puro en la ciudad influya en este tipo de patologías?

Por parte de los cirujanos, hemos intentado optimizar el tratamiento en los pacientes que acudían y sólo se han operado los que claramente tenían indicación quirúrgica, esto implica que todas las apendicitis que han ingresado en nuestros centros se han acabado operando y aun así, el número respecto a años previos ha sido la mitad.

En el caso de las colecistitis, se ha optado más por el tratamiento médico y ambulatorio para intentar disminuir el riesgo de contagio en el momento del pico de la pandemia.

En cambio, la disminución de las hernias incarceradas o estranguladas, se podría explicar por el hecho de que se ha hecho menos actividad física, por lo que al no realizar esfuerzos se han complicado menos hernias.

Pero la disminución de las urgencias no sólo ha afectado al ámbito de las cirugías, compañeros neumólogos reportan menos ingresos por descompensación de EPOC, patología que en esta época del año provocaba muchos ingresos. Cardiólogos reportan menos arritmias o menos descompensaciones de las mismas y menos infartos.

A todos los factores que puedan estar influyendo en esto, y que deberán ser analizados detenidamente, se tiene que añadir el miedo de la gente a ir a urgencias con el escenario que se ha vivido y se tendrán que analizar también los casos que han llegado más evolucionados por esa misma razón.

Contenido elaborado por el equipo médico de Quirúrgica

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