Hace unos días, el FMI hizo llegar a nuestro gobierno de España la necesidad de incluir el copago en Sanidad como herramienta para ir enderezando nuestra economía.
Varios analistas políticos y económicos han recordado que se consideró no oportuno e incluso ilegal el cobro de un euro por receta que estableció la Generalitat para reducir el gasto en farmacia y a la vez conseguir unos ingresos extras que ayudaran financiar la Sanidad.
No seré yo quien pase a analizar la utilidad ni la legalidad de la medida propuesta pero creo que es útil recordar el principal copago que históricamente se reclama que se valore como tal y que no es otro que la utilización de la sanidad privada ya sea en la versión “out of pocket” (auténtica privada) como en la versión mutual en la que se cotiza a un seguro que posteriormente se quien financia los procedimientos médicos. Casi todos los que hacen uso de esta medicina colaboran con el Estado a través de las deducciones o los impuestos a la financiación de una sanidad pública que no usan, lo libera del coste que tendría el hacerlo con cargo público y facilitan la reducción de listas de espera políticamente incorrectas.
Se calcula que son un 26% los suscriptores de un seguro, la mayoría de clase media que a la vez es el sector de la sociedad que más ha sufrido los recortes. Se pide que en la declaración de la renta se pudieran beneficiar de cierta deducción, pero NO.
Creo que debemos seguir presionando para que sea así y seguir trabajando para tener una Medicina Privada excelente, que compita con la pública y así seguir incrementando nuestra aportación a la mejora de la Sanidad y a la reducción de la deuda.
Joan Torralba
QCA Quirúrgica Barcelona