Cirugía hepática

En los últimos años el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades hepáticas ha presentado un gran avance gracias a la combinación de nuevas técnicas quirúrgicas y el uso de nuevos fármacos antineoplásicos.

La cirugía hepática es un procedimiento de alta complejidad que precisa instrumentos específicos de alta tecnología, como son el disector ultrasónico, sistemas sofisticados de coagulación, la ecografía intraoperatoria, etc. para poder llevarse a cabo con eficacia y seguridad. Es por ello que solo debería realizarse en Centros especializados por cirujanos expertos en la disciplina; siempre dentro de un marco multidisciplinario donde cirujanos, oncólogos, hepatólogos, gastroenterólogos, radiólogos, etc. participen de manera conjunta en las decisiones, tal y como se hace en Quirúrgica Cirujanos Asociados.

En la actualidad la principal indicación de cirugía hepática son las metástasis hepáticas de origen colo-rectal. El mejor momento para realizar las metástasis debe ser consensuado con oncología y este debe entenderse como un tratamiento “onco-quirúrgico” y no como un tratamiento aislado. Otras indicaciones de cirugía hepática son las metástasis de origen no colo-rectal, o tumores primitivos del hígado como el hepatocarcinoma o el colangiocarcinoma. Otras indicaciones de cirugía hepática son las enfermedades benignas del hígado aunque su frecuencia es menor.

Estrategias para aumentar la resecabilidad

En la actualidad existen estrategias quirúrgicas para poder extirpar los tumores hepáticos que invaden gran parte del hígado y/o afectan a los dos lóbulos hepáticos. Las más frecuentes son las siguientes:

1.- Embolización portal. Se trata de ocluir la vena porta del lado del hígado donde existe la enfermedad con el objetivo que la parte sana crezca hasta tener un volumen que nos permita realizar la resección del hígado enfermo con seguridad.

2.- Hepatectomía en dos tiempos. Se trata de extirpar las metástasis hepáticas en dos actos quirúrgicos con unas semanas de intervalo. Esta técnica está indicada cuando hay enfermedad en ambos lóbulos hepáticos y la extirpación de las metástasis en una sola operación pondría en peligro la vida del paciente.

3.- Radiofrecuencia. Se trata de destruir localmente tumores del hígado. Se usa cuando algunos tumores de pequeño tamaño, por su localización o estrategia quirúrgica, no pueden ser extirpados con la cirugía.

Estas técnicas se pueden combinar en el mismo paciente y, junto a la quimioterapia y el uso de anticuerpos monoclonales, tiene el objetivo final de poder operar al paciente con las máximas garantías de éxito. La extirpación de las metástasis en combinación con la quimioterapia (“tratamiento onco-quirúrgico”) es el modelo de tratamiento que va obtener la mejor supervivencia a largo plazo.

Cirugía hepática laparoscópica

La cirugía mínimamente invasiva también se aplica en la cirugía hepática realizada en Quirúrgica. Cada vez son más los procedimientos realizados por vía laparoscópica sobre el hígado con los mismos resultados en términos de seguridad y supervivencia. La cirugía laparoscópica hepática aporta los mismos beneficios del abordaje mínimamente invasivo que en otras patologías como son: un menor dolor postoperatorio, menor estancia hospitalaria y una disminución notable en el tamaño de la cicatriz. La aplicabilidad de esta técnica es muy variable dependiendo de la extensión y localización de la enfermedad en el hígado.

 

UNIDAD DE CIRUGÍA HEPATICA
Dr. Ramón Charco Torra
Dr. A. Diez-Caballero

 

Contenido elaborado por el equipo médico de Quirúrgica