El avance tecnológico de los últimos años permite hoy en día poseer una extraordinaria y precisa capacidad de diagnóstico en la patología pancreática, tanto benigna como maligna (cáncer). De este modo, diferentes procesos como lesiones quísticas pancreáticas, tumores neuroendocrinos e incluso tumores ductales localizados en fase muy prematura son actualmente diagnosticados con una gran precisión.
Asociado a esta mejora diagnóstica se ha producido una importante modificación de los procedimientos quirúrgicos fundamentalmente en lo relacionado a la intervención. Hemos pasado de la cirugía abierta en la que se obligaba a realizar grandes incisiones a la cirugía mínimamente invasiva (cirugía laparoscópica).
La cirugía laparoscópica del páncreas es una realidad en nuestro ámbito y nosotros la utilizamos independientemente de la localización de la patología en el páncreas ya se la cabeza, el cuerpo o la cola. Las características morfológicas del páncreas así como su localización anatómica y más fundamentalmente la forma de diseminación de los tumores de páncreas son elementos que determinan la complejidad de la técnica quirúrgica, donde la experiencia de los cirujanos que tratan esta patología tiene un papel muy importante.
Utilizando la técnica de la laparoscopia se proporciona al paciente todas las ventajas de la cirugía poco invasiva:
- Recuperación más rápida
- Estancia postoperatoria más corta
- Menor incidencia de complicaciones en la herida quirúrgica (hernias, infecciones,..)
- Menos dolor postoperatorio, etc.