Las glándulas paratiroideas

LAS GLÁNDULAS PARATIROIDES

Las glándulas paratiroides son glándulas de tamaño pequeño, y con un peso aproximado entre 30-35 mg, localizadas junto la cápsula del tiroides. Su número es variable, entre 3 y 5 y su ubicación puede ser en el cuello o en el tórax.

Estas glándulas se encargan de generar parathormona,  sustancia que se ocupa de control y regulación del metabolismo del calcio.

Esta hormona incrementa la absorción intestinal de calcio y la descalcificación de los huesos. Por este motivo, crece la hipercalcemia, que es el nivel de calcio en la sangre, y además se elimina el calcio por el riñón y orina. En caso de producirse esta hormona en exceso, se califica como hiperparatiroidismo; en caso contrario de déficit, se denomina hipoparatiroidismo.

¿Qué es el hiperparatiroidismo?

Hablamos de hiperparatiroidismo cuando se produce parathormona en exceso. Entre un 80-90% de los casos es causado por un nódulo en una de las glándulas, habitualmente benigno (adenoma) e insólitamente maligno (carcinoma). En los casos restantes, se produce a raíz de una hiperplasia, que es el aumento de las cuatro glándulas paratiroides.

Signos y síntomas

Pueden diferenciarse en tres grupos:

  • Síndrome esquelético: se da por la descalcificación de los huesos. Habitualmente causa dolores óseos, diversidad de osteoporosis (osteitis fibrosa quística), roturas, entre otros.
  • Síndrome urológico:  como consecuencia de eliminar el calcio por el riñón, pueden aparecer cálculos renales. Entre un 5-10% de los pacientes que padecen “piedras en el riñón”, sufren hiperparatiroidismo. Puede desarrollarse una calcificación de los riñones (también denominada nefrocalcinosis) y acabar en una insuficiencia renal.
  • Síndrome hipercalcémico:  fatiga, depresión, adelgazamiento, irritabilidad o trastornos digestivos. También puede vincularse a pancreatitis aguda, úlceras gastroduodenales y a otros tumores endocrinos del tiroides, páncreas o suprarrenales.

La sintomatología depende de cuánto de evolucionada esté la patología: puede que haya pacientes asintomáticos (sin síntomas) como sufrir síntomas graves.

Diagnóstico

A pesar de que en ocasiones no se diagnostica, es una patología frecuente. El aumento del nivel de calcio en sangre es el dato clave para suponer el diagnóstico.

Se dispone de otras pruebas, como la ecografía, gammagrafía y scanners, para ver el tumor (adenoma, carcinoma) o tumores (hiperplasia) que causan esta enfermedad.

Tratamiento

Radica en la extracción quirúrgica del tumor o tumores que provocan la enfermedad. Si existe sintomatología, se recomienda intervención quirúrgica, ya que la evolución de la patología puede desencadenar consecuencias graves. En caso de pacientes asintomáticos, deben ser controlados exhaustivamente.

Control postoperatorio inmediato

Es esencial, debido a que algunos pacientes presentan un descenso súbito de calcio en sangre a causa de la disminución de la parathormona. Los huesos se recalcifican gracias a la absorción del calcio de la sangre. Habitualmente, posterior a la intervención, se requiere de una administración extra de calcio por vía endovenosa u oral hasta conseguir equilibrar y normalizar el nivel de calcio en sangre.

Contenido elaborado por el equipo médico de Quirúrgica