Sólo oír la palabra páncreas se nos hace un nudo en la garganta. Esto se debe fundamentalmente a la gravedad que revisten las enfermedades del mismo y a lo delicado que es su tratamiento. La cirugía del páncreas es una superespecialidad dentro de la cirugía digestiva, y por ello no debería realizarse más que por cirujanos muy expertos en ella.
El carcinoma de páncreas es uno de los tumores digestivos que tiene un peor pronóstico. Cuando nos referimos al cáncer de páncreas, en realidad nos estamos refiriendo al carcinoma de páncreas, aunque existen otros tipos de tumores de páncreas con mejor pronóstico. En la actualidad, el único tratamiento con posibilidades reales de curación de los tumores de páncreas es la extirpación quirúrgica de los mismos. La quimioterapia y/o radioterapia son tratamientos complementarios que han demostrado mejorar el tiempo de supervivencia, pero no aumentan la tasa de curación. Entre los tumores de páncreas diferenciamos entre sólidos y quísticos.
El tumor sólido más frecuente es el carcinoma (o adenocarcinoma), que en el momento del diagnóstico solamente son extirpable un 30-40%, existiendo metástasis (diseminación del tumor en otros órganos) en el resto de los casos . El carcinoma de páncreas puede operarse con intención curativa, si bien se requiere realizar una intervención quirúrgica agresiva y compleja, pero bien estandarizada y con resultados buenos. Otros tumores sólidos de páncreas, también agresivos, aunque con mejor pronóstico son el ampuloma, el colangiocarcinoma distal y los tumores neuroendocrinos.
El ampuloma es un tumor que se origina en la papila de Vater que es la desembocadura del conducto pancreático en el duodeno . Su tratamiento requiere la realización de una duodeno-pancreatectomía, teniéndose que extirpar la cabeza del páncreas y el duodeno en bloque. El colangiocarcionoma distal es un tumor maligno que en realidad se origina en las células del conducto biliar, el cual atraviesa el páncreas y lo afecta por contigüidad. Al igual que el ampuloma, el colangiocarcinoma requiere para su tratamiento la realización de una duodeno-pancreatectomía. El pronóstico en estos dos tipos de tumores es mejor que en el carcinoma de páncreas con una mayor tasa de curación. Los tumores neuroendocrinos son los que tienen mejor pronóstico, si bien también se consideran malignos y su tratamiento es la extirpación quirúrgica.
Otro tipo de tumores de páncreas son los conocidos tumores quísticos. Algunos tienen un comportamiento benigno (neoplasia quística serosa, quistes simples), pero otros tienen riesgo de transformación en un tumor maligno (neoplasia quística mucinosa, neoplasia mucinosa papilar intraductal). En caso de diagnosticarse un tumor quístico del páncreas, es muy importante realizar un correcto diagnóstico de qué tipo de tumor es puesto que el tratamiento puede ser desde no hacer nada hasta realizar una extirpación del páncreas.