¿Cómo la impresión 3D puede hacer la cirugía más personal?

No hay dos órganos exactamente iguales. Esta singularidad supone dificultades para los cirujanos, ya que necesitan eliminar las áreas dañadas del órgano sin tocar las partes sanas. Si introducimos la impresión 3D en la cirugía, se crean modelos de alta precisión, que se traducen en ayudas visuales para preparar la intervención.

Por ejemplo, en una intervención de hígado, la ruptura de la vena hepática puede conducir a una insuficiencia hepática. En la Cleveland Clinic, los cirujanos se han propuesto superar este reto mediante la creación en 3D de hígados transparentes para los casos complicados.

Antes de realizar la cirugía, las imágenes computarizadas del hígado del paciente se convierten en un modelo digital. La impresora 3D imprime capas de un material similar al plástico y produce una imagen precisa en 3D del hígado del paciente. De esta manera, los cirujanos pueden evaluar el hígado antes de la intervención e incluso pueden utilizarlo durante la misma para guiarlos en el procedimiento.

Tecnología disruptiva

La impresión 3D existe desde los años 80, pero recientemente ha tomado importancia debido a su potencial en el área de salud. La cirugía usando 3D es sólo un ejemplo de muchos.

Algunos investigadores están empezando a utilizar la impresión 3D un paso más allá, tomando ejemplo de células humanas. Las implicaciones que supondría esta “bioimpresión” son casi inconmensurables. Se podrían crear órganos funcionales en un laboratorio.  Aunque se han realizado avances en el trasplante de órganos, todavía existen problemas, como la escasez. La “bioimpresión” podría solventar este problema y ser capaces un día de crear vida.

Fuente: Cleveland Clinic

Contenido elaborado por el equipo médico de Quirúrgica

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