Inteligencia emocional: ¿Cómo influye en el proceso quirúrgico?

La inteligencia emocional es la capacidad de conocer, entender y gestionar las emociones de una manera adecuada. Esta aptitud permite no sólo facilitar las relaciones con las demás personas del entorno, sino además con uno mismo. El psicólogo estadounidense Daniel Goleman fue quien popularizó el término de inteligencia emocional en 1995 con un libro con ese título.

¿Cómo son las personas con una inteligencia emocional alta?

  • Las personas con una inteligencia emocional alta también experimentan emociones negativas, la diferencia es que las saben gestionar mejor: identifican qué sienten y cómo deben tratarlas.
  • Identifican e interpretan las emociones de las demás personas, lo que les hace ser personas muy empáticas y tener mejores relaciones personales.
  • Saben controlar sus impulsos y adaptarse a los cambios e imprevistos.
  • Mantienen la motivación utilizando como motor sus emociones. Las personas con una alta inteligencia emocional se centran en las metas y no en los obstáculos, son más optimistas y poseen gran iniciativa.
  • Cultiva buenas relaciones interpersonales y son capaces de tener buena relación tanto con personas a las que se sienten afines como a aquellas con las que no siente sintonía.

Enfrentarse a una intervención quirúrgica siempre es un momento de estrés, ansiedad y nerviosismo. Si bien los cirujanos somos los que llevamos a cabo la operación, es el paciente quien debe presentar la actitud adecuada en todos los procesos de ésta. ¿Por qué? Las personas que se sumergen en la negatividad de la situación que les ha tocado vivir, aumentan el nivel de cortisol, una hormona que se relaciona con el estrés, y hacen más difícil su recuperación.

Beneficios de una actitud positiva en el proceso postoperatorio

La actitud tiene un peso importante en el proceso de postoperatorio y día tras día, vemos en las consultas que aquellas personas que mantienen su positividad y sus ganas de luchar, a menudo cumplen los plazos de recuperación o incluso los acortan. Es importante reconocer que los pacientes que usan su inteligencia emocional para hacer frente a un problema de salud se implican y colaboran con el equipo médico. Además, se muestran más receptivos a seguir el tratamiento, cambiar hábitos de vida por unos más saludables, adoptar pautas mentales y emocionales que le ayudarán…Ves en la consulta que quieren implicarse contigo en el proceso y formar un buen equipo.

Ante un diagnóstico, el paciente puede hacerle frente, escapar de él y negarlo o huir. Es tarea de los profesionales ayudarle a asimilar la enfermedad y acompañarle durante el proceso para que sienta en todo momento que no está sólo y que va a lograr superarla.  Sabemos que estar al lado del paciente y ayudarle a comprender la situación es importante para que quiera implicarse, sólo de esta manera será capaz de afrontar su nueva situación con entereza, positividad e inteligencia emocional. Por eso en Quirúrgica estamos trabajando para implantar una unidad de Acompañamiento Emocional para dar a nuestros pacientes la oportunidad de gestionar y elaborar todas aquellas emociones (miedos, temores, ansiedad) que se despiertan ante una intervención quirúrgica, y que puedan repercutir negativamente en su postoperatorio, con el objetivo de aumentar su bienestar físico y mental.

Contenido elaborado por el equipo médico de Quirúrgica

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