Sí le extirpamos todo el tiroides, le daremos una medicación substitutiva. Tomando una pastilla diaria, no le cambiará el metabolismo y por tanto no se engordará sí sigue comiendo como ahora. Sí le extirpamos solo una parte de la glándula tiroides, después comprobaremos que el resto que hemos dejado funciona normal y compensa.
El mismo día de la operación podrá hablar como después de cualquier otra operación.
El riesgo de afonía debe ser inferior a un 1 %. Cuando se produce, es por lesión de un nervio que pasa por detrás del tiroides. Durante la intervención antes de tocar nada, buscamos el nervio recurrente laríngeo y una vez localizado lo protegemos.
De una a dos horas, pero lo importante no es ir deprisa, lo importante es no correr riesgos. Usted estará plácidamente dormido/a, el anestesista lo controlará durante la intervención y una vez finalizada seguirá en la sala de reanimación durante 60-120 minutos antes de pasar a la habitación. No es una operación dolorosa.
Detrás del tiroides hay cuatro pequeñas glándulas que se llaman Paratiroides y producen otra hormona que regula el calcio de la sangre y de los huesos. Durante la operación de tiroides, buscamos estas glándulas paratiroides y las dejamos en su sitio. Frecuentemente no funcionan bien durante unas semanas y sí es así, le daremos calcio hasta que se recuperen.
Cada vez más, utilizamos técnicas menos invasivas. De todas formas la cicatriz es aparente durante unos meses. Le daremos las instrucciones para cuidar su cicatriz y conseguir que pasados esos meses no se note.
La intervención quirúrgica se realiza habitualmente bajo anestesia general, dura entre una y dos horas, el paciente permanece ingresado de 1 a 3 días. No es una operación dolorosa. Cuando sale de la clínica puede, hablar, comer y moverse normalmente. Necesitará unos 8-12 días para poder hacer una vida totalmente normal.
Depende de la enfermedad o motivo por el que se opera. Cuando operamos por la sospecha de un cáncer, hipertiroidismo o por un bocio multinodular (Varios bultos en el tiroides) lo normal es sacar toda la glándula tiroidea con la idea de evitar una segunda intervención en el futuro. Pero esto se estudia, discute y decide en cada caso.
Aproximadamente un 10 % de los nódulos tiroideos son malignos. En la gran mayoría de casos el diagnóstico de sospecha lo hacemos antes de la cirugía.
Afortunadamente, la mayoría de los cánceres de tiroides (85-90%) son poco agresivos y por tanto totalmente curables sí se actúa a tiempo y se aplica el tratamiento adecuado.
El cáncer de tiroides puede aparecer a cualquier edad y son más frecuentes en mujeres. De hecho cuando a un joven menor de 20 años le aparece un bulto en el tiroides, las posibilidades de que sea maligno son muy altas. También hay que decir que en gente joven, el pronóstico del cáncer de tiroides es muy bueno.